Kansas City, Missouri – Nuevos datos muestran que la mortalidad por cáncer en general ha seguido disminuyendo, lo que ha resultado en más de 4 millones de muertes menos en los Estados Unidos desde 1991. Esto indica el reciente informe anual de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, agregando que; este progreso se ve amenazado por el aumento de la incidencia de 6 de los 10 cánceres principales, ya que el número proyectado de nuevos diagnósticos ahora supera los 2 millones (2,001,140) por primera vez.
El comunicado de prensa indica:
“Nos alienta la caída constante en la mortalidad por cáncer como resultado de fumar menos, la detección más temprana de algunos cánceres y un mejor tratamiento”, dijo Rebecca Siegel, directora científica principal de investigación de vigilancia de la Sociedad Americana Contra El Cáncer y autora principal del estudio. “Pero como nación, hemos fallado en la prevención del cáncer en tanto que la incidencia continúa aumentando para muchos cánceres comunes, como los cánceres de seno, de próstata y de endometrio, así como el cáncer colorrectal y de cuello uterino en algunos adultos jóvenes”.
Para el informe, los investigadores de la ACS recopilaron los datos más recientes sobre la incidencia y los resultados del cáncer basados en la población utilizando los datos de incidencia recopilados por los registros centrales de cáncer (hasta 2020) y los datos de mortalidad recopilados por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (hasta 2021).
El aumento en la incidencia del cáncer colorrectal ha cambiado con rapidez los patrones de mortalidad en los adultos menores de 50 años; el cáncer colorrectal ha pasado de ser la cuarta causa principal de muerte por cáncer tanto en los hombres como en las mujeres jóvenes hace dos décadas a ser la primera en los hombres y la segunda en las mujeres. El cáncer de seno lleva la delantera en las mujeres menores de 50 años con 2,251 muertes en 2021. “El continuo y marcado aumento del cáncer colorrectal en las personas más jóvenes en los Estados Unidos es alarmante”, afirmó el Dr. Ahmedin Jemal, vicepresidente principal, ciencia de vigilancia y equidad en salud de la Sociedad Americana Contra El Cáncer y autor principal del estudio. “Necesitamos detener y revertir esta tendencia aumentando la adopción de pruebas de detección, incluida la concientización sobre las pruebas de heces no invasivas con atención de seguimiento, en las personas de 45 a 49 años. Hasta un tercio de las personas diagnosticadas antes de los 50 años tienen antecedentes familiares o predisposición genética y deben comenzar a hacerse pruebas de detección antes de los 45 años. También necesitamos aumentar la inversión a fin de dilucidar las razones subyacentes del aumento de la incidencia para descubrir otras medidas de prevención”.
“El informe sobre el cáncer de la ACS de 2024 subraya la importancia de la prevención del cáncer e ilumina áreas prioritarias para abordar los cánceres cuyas tasas de incidencia y/o mortalidad están aumentando de manera inexplicable”, dijo la Dra. Karen E. Knudsen, directora ejecutiva de la Sociedad Americana Contra El Cáncer. “Estas observaciones enfatizan la necesidad crítica de invertir en la aplicación equitativa de intervenciones para el control del cáncer de probada eficacia y en el descubrimiento de nuevas terapias, en especial para los
cánceres en etapa avanzada. Ambos esfuerzos serán fundamentales para acelerar el progreso contra las 200 enfermedades que llamamos cáncer y salvar vidas”.
Otros aspectos destacados del informe incluyen:
Las tasas de incidencia del cáncer de cuello uterino están disminuyendo de forma muy pronunciada en las mujeres de 20 años, que fueron las primeras en recibir la vacuna contra el VPH, pero aumentaron en las mujeres de 30 a 44 años en un 1.7% anual entre 2012 y 2019, lo que destaca la necesidad de poner más énfasis en las pruebas de detección en las mujeres jóvenes, así como en una mayor adopción de la vacuna. En 2021, la cobertura de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH, siglas en inglés) en los adolescentes de 13 a 17 años osciló entre el 33% en Mississippi y el 79% en el Distrito de Columbia.
Después de décadas de aumento, la incidencia del cáncer en los niños finalmente se ha estabilizado, aunque las tasas continúan aumentando en los adolescentes (de 15 a 19 años), incluido un aumento de más del 4% anual en el cáncer de tiroides, gran parte del cual probablemente sea sobrediagnóstico; la tasa de supervivencia a 15 años del cáncer de tiroides en los adolescentes es del 99%.
Las tasas de mortalidad continúan aumentando un 2% anual para el cáncer del cuerpo uterino (endometrio), uno de los pocos cánceres con una mortalidad en aumento. Los aumentos más pronunciados en las mujeres de color están ampliando las inequidades raciales, y la tasa de mortalidad ahora es dos veces mayor en las mujeres de raza negra (9.1 por cada 100.000) que en las mujeres de raza blanca (4,6 por cada 100.000).
Los pacientes con cáncer son cada vez más jóvenes: la proporción de diagnósticos en las personas de mediana edad (50-64 años) aumentó del 25% en 1995 al 30% en 2019-2020, mientras que la proporción de 65 años o más disminuyó del 61% al 58 %, a pesar
edades de 50 a 64 años y del 13% al 17% para las edades de 65 años y más). Además de los cambios en la distribución por edades de la población, este cambio refleja disminuciones marcadas en la incidencia de cáncer de próstata y cánceres relacionados con el tabaquismo en los adultos mayores, así como una mayor incidencia de cáncer en las personas nacidas después de la década de 1950 debido a una mayor obesidad y otros factores que aún se desconocen.
“Las personas menores de 65 años tienen menos probabilidades de tener una cobertura de salud y más probabilidades de verse sobrecargadas por las exigencias de la familia y la carrera”, explicó el Dr. William Dahut, director científico de la Sociedad Americana Contra El Cáncer. “Además, los hombres y las mujeres que reciben un diagnóstico cuando son más jóvenes tienen una expectativa de vida más larga en la cual pueden experimentar los efectos secundarios relacionados con el tratamiento, como segundos cánceres”.
El informe también mostró que el progreso contra el cáncer se ve obstaculizado por inequidades en el cáncer que son amplias y estáticas. En comparación con las personas de raza blanca, las tasas de mortalidad son dos veces más altas para los cánceres de próstata, estómago y cuerpo uterino en las personas de raza negra y para los cánceres de hígado, estómago y riñón en los indígenas de los Estados Unidos.
“Este informe subraya la necesidad de intervenciones de políticas públicas para ayudar a reducir estas inequidades en el cáncer y salvar más vidas”, dijo Lisa A. Lacasse, presidenta de la afiliada de defensa de ACS, la Red de Acción Contra El Cáncer de la Sociedad Americana Contra El Cáncer. “Instamos a los legisladores de todos los niveles de gobierno a promover políticas que garanticen que más personas tengan cobertura de seguro médico, así como un mejor acceso y asequibilidad de la atención, como un mayor financiamiento para los programas de detección del cáncer. Hacerlo nos acercará a nuestra visión de acabar con el cáncer tal como lo conocemos, por el bien de todos”.
El informe de este año también incluye una sección especial: Cáncer en las personas que se identifican como lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgénero, queer o de género no conforme (LGBTQ+). La sección es un resumen de la información más reciente sobre la prevalencia de los principales factores modificables de riesgo de cáncer y las medidas preventivas, incluida la detección en las poblaciones LGBTQ+, así como los desafíos que enfrentan las personas LGBTQ+ con cáncer según los datos actuales.
La autora de ACS Angela Giaquinto también participó en el estudio.