“El horario de verano” podría afectar la salud del corazón
Dallas, Texas – Según la American Heart Association, la investigación científica respalda la idea de que perder una hora de sueño muy necesaria no es lo único que se debe considerar sobre el “horario de verano” cuando se adelantan los relojes para ahorrar luz diurna más adelante este mes. El próximo cambio de horario también puede afectar negativamente la salud del corazón y del cerebro.
El concepto del horario de verano describe la práctica de adelantar los relojes una hora después de la hora estándar durante la transición a los meses de verano a fin de extender el uso práctico de la luz natural. Este año, el horario de verano comienza el domingo 13 de marzo. Muchos estudios científicos informan que hay un aumento en la incidencia de cardiopatías y ataques o derrames cerebrales durante esta transición de horario.
En un estudio de Nueva York, presentado en las sesiones científicas de la American Heart Association en el 2018, se informó que las hospitalizaciones por fibrilación auricular (FibA), el tipo más común de latido cardíaco irregular, aumentan con la transición al horario de verano. Los investigadores descubrieron que entre el lunes y el jueves que vienen después del inicio de la transición de horario en primavera hubo 3.13 admisiones hospitalarias FibA al día en comparación con las 2.56 admisiones diarias durante los mismos días en promedio durante el resto del año. No hubo una diferencia notable en las admisiones por FibA de lunes a jueves después de la transición de otoño al final del horario de verano.
El lunes después del cambio de hora de primavera (después de perder una hora de sueño) se asoció a un aumento del 24% en los recuentos de ataques cardíacos diarios, y el martes siguiente al cambio de hora de otoño (que aumenta una hora de sueño) se asoció a la inversa, con una reducción del 21% en los ataques cardíacos, según un estudio de Míchigan.
Las tasas de ataques o derrames cerebrales también aumentan con el cambio de horario de verano. En un estudio de Finlandia, los investigadores descubrieron que la tasa general de accidentes cerebrovasculares isquémicos era un 8% más alta durante los primeros dos días después de la transición al horario de verano.
“No sabemos realmente la razón específica de los aumentos en las cardiopatías y los ataques o derrames cerebrales durante el cambio al horario de verano, pero es probable que esté relacionado con la alteración del reloj interno del cuerpo o su ritmo circadiano”, dijo Donald M. Lloyd-Jones, M.D., Sc.M., FAHA, presidente de la American Heart Association, presidente del departamento de medicina preventiva, profesor de investigación del Corazón de Eileen M. Foell y profesor de medicina preventiva, medicina y pediatría en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago. “Si ya estás en riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, el cambio de horario podría ser aún más riesgoso. Es importante trabajar en mejorar sus factores de riesgo para la salud durante todo el año, y hay algunos pasos específicos que puedes tomar a fin de prepararte para el impacto de adelantar el reloj cada primavera”.
- Comienza ahora por recibir tanta luz como sea posible cada día. Esto puede ayudar a ajustar el ritmo corporal para el cambio que se viene.
- Comienza a desconectarte un poco más temprano por las noches. Si bien nunca se puede recuperar el sueño perdido, pasar el cambio de horario bien descansado puede ser de ayuda.
- No compenses con cafeína adicional. Puede que sientas que un café adicional o dos pueden ayudarte a superar el cansancio del mediodía, pero consumir demasiada cafeína no es saludable para el corazón.
- No tomes siesta. La mayoría de las personas no duermen lo suficiente en ningún momento; agregar una siestecita a tu tarde puede dificultar aún más dormir bien esa noche.
Según Lloyd-Jones, la mejor preparación para el cambio de horario es realizar mejoras graduales en el estilo de vida durante todo el año. Muévase más. Controla el colesterol y la presión arterial. Asegúrate de trabajar en hábitos de sueño saludables y a comer de forma inteligente.
Además, añade lo siguiente: “Estos comportamientos saludables en el estilo de vida no solo suavizarán el impacto del reloj biológico anual, sino que también han demostrado ser formas de reducir el riesgo de sufrir cardiopatías y ataques o derrames cerebrales, lo que te ayudará a vivir una vida más larga y más saludable”.
Por: American Hear Association